Si la denuncia contra Daniel Mora no ha pasado desapercibida y ha traído consecuencias es por ese trabajo radical que se está haciendo para concientizar sobre la violencia de género, aunque algunos sigan con lo de ni michismi ni fiminismo. Miren, ni ultraderecha, ni derecha, ni derechita, ni matones, ni lobos con piel de cordero a la que, afortunadamente, se le notan de lejos las costuras.