El brazo armado y callejero de lo peor de este país se llama absurdamente La resistencia: defiende la delincuencia en las instituciones, la impunidad en la justicia, y el machismo, la homofobia y la discriminación en cuanto a derechos humanos. Son ,claro, fujimoristas haciéndose pasar por sociedad civil. Y por supuesto, entre sus defendidos está Alan García, socio de primerísimo orden del Kongreso en su etapa más cínica, más basura, la del blindaje de la corrupción, la especialidad del aprofujimorismo.