Sí, Keiko debería estar con sus hijas, y probablemente lo estaría si no hubiera sido la cabeza de una organización delincuencial. Que la carta de su propia hija esté siendo usada de esta manera no es más que otra parte del legado de su padre, el legado que ella misma ha querido perpetuar con los mismo métodos.
Publicado: 2019-11-20
Escrito por
Gabriela Wiener
Escritora, poeta y periodista. Publiqué los libros Sexografías, Nueve Lunas, Dicen de mí, entre otros. Soy parte del colectivo Vaciador 34.
Publicado en
La Pasionaria
La Pasionaria es la videocolumna diaria de la escritora y periodista Gabriela Wiener, que emite desde un refugio nucear