Ya habían perdido la decencia, el curul, el sueldo, solo les quedaba algo por perder: no la virginidad, claro (salvo Arimborgo), sino la inmunidad. ¿Eh, señor Mamani, señora Ponce, señor Vieira? ¿Qué se siente volver a ser el pueblo llano? Para celebrar este día, ayer cazaron a Donayre, el hombre que dejó la imagen del ejército por los suelos, largamente peor que el LUM.
Publicado: 2019-10-31
Escrito por
Gabriela Wiener
Escritora, poeta y periodista. Publiqué los libros Sexografías, Nueve Lunas, Dicen de mí, entre otros. Soy parte del colectivo Vaciador 34.
Publicado en
La Pasionaria
La Pasionaria es la videocolumna diaria de la escritora y periodista Gabriela Wiener, que emite desde un refugio nucear