El presidente de México pidió al Rey de España que haga el gesto simbólico de pedir perdón por la invasión y genocidio contra ese país. Pero el orgullo de los consquistadores es más grande que la sensatez. Políticos de derecha se han rasgado las vestiduras ante esto. 

Lo lamento pero los únicos agradecidos son las élites blancas y dominantes que siguen gobernando desde el racismo y clasismo, igualmente coloniales, contra las comunidades nativas.

Hay una herida abierta y un relato por escribir. En España, el 12 de octubre es fiesta nacional, motivo de orgullo patriótico sobre un montón de sufrimiento y sangre derramada de indígenas.

Debemos detener el expolio que sigue en marcha con la anuencia de los presidentes de nuestros países, arrasando los territorios indígenas, contaminándolos sin consultarlos previamente, para que siga el auge minero, el petróleo, hidroeléctricas, sin tomar en cuenta a las poblaciones. El progreso no puede ser a cualquier precio. Luego no se quejen de la conflictividad social, luego no se quejen de lo que pasa en Las Bambas.

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