Un grupo de intelectuales, historiadores, antropólogos, artistas... ha firmado una carta que suscribo pidiéndole a Vizcarra que detenga el proyecto de construcción de aeropuerto de Chinchero. El presidente debería sentirse interpelado con este pedido. Ningún país crece adecuadamente arrasando sus recursos, su cultura y su historia, privatizándolos, vendiéndolos al mejor postor, en una mal entendida idea de modernidad. No se crece si se destruyen intangibles, si se niega el valor patrimonial, si se atropella a la cultura viva. La lógica del capital no puede imponerse también aquí. Lo que tiene que hacer el gobierno es buscar a los mejores técnicos y hacerlos pensar en la mejor manera y el mejor lugar en el que plantar un aeropuerto para el Cusco, respetando nuestro pasado y nuestro presente.