A esta hora ya solo se espera la renuncia de Chávarry, el hombre que no podía irse. Lo que hemos visto hoy es su caída libre y sin red. Su última jugada autoritaria no le ha salido bien porque sus hermanitos ya se han dado cuenta de que es un muerto viviente y que más les vale no corromperse más al lado de semejante manzana podrida. En suma, hoy Chávarry ya es el apestado de la clase, nadie quiere parar con él y hasta los que le siguieron la cuerda en su conspiración contra Vizcarra ahora le han quitado el saludo. 

El Apra y el fujimorismo que lo blindaron en el Congreso –hasta el punto de ignorar las 5 denuncias constitucionales presentadas en su contra y que estaban ahí pudriéndose en la bandeja de correos del Congreso–, ahora salen a cuestionarlo y claman por su salida. Hasta Keiko ha dado órdenes vía twitter desde la prisión para que su banda de asaltantes corte palitos con el Fiscal de la Nación y se sume al pedido de Vizcarra de declarar en emergencia al Ministerio Público. Mucho roche seguir protegiendo a ese impresentable. Solo hay un desubicado que ha seguido tuiteando fotos fake de Domingo Perez photoshopeado al lado de Abimael Guzmán: Alan García. 

Adiós Chávarry, adiós corrupción.