Y si van a ser los cócteles que sean los coctelitos millonarios de Odebrecht. Aunque todos los detenidos en el Perú llevan el chaleco de marras que está siendo tan criticado, sean fulano, mengano o Keiko, en ella tiene un valor simbólico similar al traje a rayas de Abimael. Jamás el fujimorismo se preocupó por la dignidad de ningún criminal. Ahora bien, si esto es un show montado, un circo con chaleco, se parece menos a la venganza y a la humillación de la fujimorista como dicen por ahí, y más a los pijamas de Alberto en sus juicios o a sus teatros hospitalarios. Es decir, a nadie conviene más este show que ya ha despertado toda clase de muestras solidarias que a la pobre Keiko.