Con balazos en el pecho han querido acallar el canto de Olivia Arévalo, la maestra curandera y defensora de los derechos y el patrimonio cultural del pueblo shipibo -koniba.  

Hoy miles hemos compartido en redes los ícaros, sus cánticos sanadores. Hace un año, a otra mujer chamana la asesinaron en La Libertad. Hay una caza de “brujas” y luchadoras indígenas y no se toman medidas para protegerlas.