Mercedes Aráoz forma parte de esos poderosos que no pueden soportar que haya existido gente como Javier Diez Canseco, a quien le temían, y lo que es peor: que esa gente dejara su semilla de justicia y comunidad en otros, a los que ella llama "malos imitadores de Javier", valientes jóvenes políticos a los que ahora la ministra intenta intimidar porque también se muere de miedo ante ellos, porque no van a parar de interpelarla.