Nos la quieren clavar por la espalda, como le gusta al señor Kuczynski y sus aliados en el parlamento fujimorista: la nueva Ley Pulpín, más poderosa y maligna que la primera, pretende esclavizar a un sector de la población, sin sueldo y sin derecho. Esa es la solución del fujimorismo para impulsar la economía y generar riqueza. Riqueza para algunos, claro.